Tuesday, June 3, 2008
Adrià de Yzaguirre
Tomando como referencia la recurrente temática naturalista de la imagen de la banda canadiense, se ha elaborado un proyecto de carácter muy artesanal y que pretende hacer hincapié (de forma poco densa y bastante simpática) en la preservación de los derechos animales y de la libertad que deberían tener para coexistir en su propio hábitat. Considerando los grillos como un animal y un concierto en Razzmatazz como su hábitat, claro está.
La pieza consta de dos elementos que funcionan como continente y contenido. Una jaula de alambre que sirve como PLV en bares, tiendas de discos, de ropa… y el grillo, que es el flyer, propiamente dicho.
La jaula mide unos 120mm y está construida con alambres de 0’2mm, echo que la convierte en muy frágil. Los “barrotes” están doblados como se doblan los de las películas de dibujos animados y, el hueco que se crea entre los alambres, permite que la gente acceda al contenido de su interior.
Los grillos miden 50mm y están dibujados a tinta emulando el sombreado característico de los gravados. Como si de una infografía de un libro de zoología se tratase. La diferencia es que, en éste caso, el grillo es antropomorfo ya que anda erguido gracias a tener las patas posteriores con las articulaciones invertidas. La pieza está impresa a doble cara en papel de 250gr y troquelada con la silueta del bicho en cuestión. Además, cada grillo carga con un cartel dónde aparece el nombre de la banda, el lugar dónde actúa, la hora y el precio. Los grillos llevan el cartel igual que los autostopistas que escriben la dirección de su destino.
La idea básica es que la gente ayude a escapar a los grillos y los acompañe en su largo peregrinaje hacia su meta: el concierto de Arcade Fire
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